Pero
Rouna no se conforma con organizar un concurso de grupos de
Rock&Roll, qué va. Hace ya muchos años que en nuestro local
Santi (ahora los gandules), acompañado de
Ormad,
Paquillo (noseasuste, que apenas despuntaba), Paco
Acero y
Jaime (a lo peor no estaba entonces, pero es por nombrarlo), cuando llenaban de objetos perdidos
(¡qué buenos!) la noche bilbilitana, estrenaron unos
gozos de San Roque que en la voz inconfundible del
Salmantino nos pusieron los pelos como escarpias a las orillas del Jalón ¿te acuerdas Santi? Desde aquel año, que fue el de la
Mondragón (o a lo peor tampoco, pero estaba cerca), han pasado muchos, y muchas vicisitudes: de
objetos perdidos (yo también lo fui; me nombrasteis una noche en la que la luna fue a veros a Ruesca y publicasteis una casette impagable que se llamaba el valor de lo inútil) a
contrabando de grifos,
lagarto zardacho (y en otras formaciones -
Santi en Gandules y Paquillo en una cosa extraordinaria que os
enlazo-) y mil y una, porque al personal que le gusta la música no entiende de contratos sino de actuaciones... (y a estos tres les gusta mucho)
A lo que iba (que el con la v nos lo subirán en septiembre). Dos de estos tipos: Santi y Paquillo, junto con Jorge, de Insulina Morgan, han montado un grupo de tributo a Ilegales, caramelos podridos se llama la cosa, y no veas cómo le dan, cosa fina, oiga. Si he de ser sincero, también, años ¡ask!, les he visto darle a Rosendo o a Leño, o ser ellos mismos con la misma calidad.
¡Y manda güevos que todavía Santi se apunte al cachirulo!
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